Post by rea on Feb 10, 2013 18:53:09 GMT -6
Valores
I. HOY ES EL GRAN DÍA!
No existe un día más hermoso que el día de hoy.
La suma de muchísimos ayeres, forma mi pasado.
Mi pasado se compone de recuerdos alegres... tristes...
Algunos están fotografiados y ahora son cartulinas donde me veo
pequeño(a), donde mis padres siguen siendo recién casados, donde mi
ciudad parece otra.
El día de ayer pudo haber sido un hermoso día, pero.... no puedo
avanzar mirando constantemente hacia atrás, corro el riesgo de no
ver los rostros de los que marchan a mi lado.
Puede ser que el día de mañana amanezca aun más hermoso, pero... no
puedo avanzar mirando solo el horizonte, corro el riesgo de no ver
el paisaje que se abre a mi alrededor.
Por eso, yo prefiero el día de hoy.
Me gusta pisarlo con fuerza, gozar su sol o estremecerme con su
frío, sentir como cada instante dice: ¡presente!.
Sé que es muy breve, que pronto pasará, que no voy a poder
modificarlo luego, ni pasarlo en limpio.
Como tampoco puedo planificar demasiado el día de mañana: es un
lugar que todavía no existe.
Ayer fui.
Mañana, seré.
Hoy, ¡soy!.
Por eso:
Hoy, te digo que te quiero.
Hoy, te escucho.
Hoy, te pido disculpas por mis errores.
Hoy, te ayudo.
Hoy, comparto lo que tengo contigo.
Hoy, me separo de ti sin guardarme ninguna palabra para mañana.
Porque hoy respiro, veo, pienso, oigo, sufro, huelo, lloro, trabajo,
toco, río, amo...
Hoy estoy vivo.
Como tú.
Hoy puedo decir... que tengo más fuerzas para seguir.
Hoy es el GRAN DÍA...
¡Un día como no lo hubo y como no lo habrá!.
Envió: Perla del Mar
II: MICRO-REFLEXION: “Considera hoy, Mi Hermosura y bendícela. Soy Yo quien obtiene las cosas; no te canses de ofrecerme. Ahí están, además, las Manos de Mi Madre; como aquella tarde en que Me ofreció en el Templo"
Valores
I. EL HOMBRE DEL ESPEJO
Tres Ángeles estaban preocupados por esconder a Dios en alguna parte, para preservarlo de las maldades del hombre.
Uno de ellos dice: “el mejor lugar para esconderlo es en el fondo del mar”. Pero el segundo le contesta: “no, porque el hombre es capaz de inventar un submarino que llegue hasta allí y pretenderán dañarlo. Mejor guardémoslo en la estrella más lejana”.
“Tampoco”, dice el tercero, “también el hombre puede inventar una nave espacial que alcance esa estrella para dañar al Creador. El mejor lugar donde podemos esconderlo es en el corazón del hombre”.
Y los otros le preguntan: “¿y qué puede pasar si el hombre encuentra a Dios en su corazón?”. El tercer ángel con mucha paz, les dice:
“Si el hombre encuentra a Dios en su corazón, también va a encontrar el amor. De esa manera podrá compartir ese amor con todos los demás hombres y ya nadie podrá dañar a Dios ni querrá hacerlo”.
II: MICRO-REFLEXION: “El que domina a otros es fuerte, el que se domina a sí mismo es poderoso ”
Valores
I. UNA NOCHE TORMENTOSA
Una noche tormentosa hace los muchos años, un hombre mayor y su esposa entraron a la recepción de un pequeño hotel en Filadelfia. Intentando conseguir resguardo de la copiosa lluvia la pareja se aproxima al mostrador y pregunta: "¿Puede darnos una habitación?". El empleado, un hombre atento con una cálida sonrisa les dijo: "Hay tres convenciones simultáneas en Filadelfia... Todas las habitación, de nuestro hotel y de los otros están tomadas.
El matrimonio se angustió pues era difícil que a esa hora y con ese tiempo horroroso fuesen a conseguir dónde pasar las noche. Pero el empleado les dijo: "Miren..., no puedo enviarlos afuera con esta lluvia. Si ustedes aceptan la incomodidad, puedo ofrecerles mi propia habitación. Yo me arreglaré en un sillón de la oficina.
El matrimonio lo rechazó, pero el empleado insistió de buena gana y finalmente terminaron ocupando su habitación.
A la mañana siguiente, al pagar la factura el hombre pidió hablar con él y le dijo: "Usted es el tipo de Gerente que yo tendría en mi propio hotel. Quizás algún día construya un hotel para devolverle el favor que nos ha hecho". El conserje tomó la frase como un cumplido y se despidieron amistosamente.
Pasaron dos años y el empleado recibe una carta de aquel hombre, donde le recordaba la anécdota y le enviaba un pasaje ida y vuelta a New York con la petición expresa de que los visitase. Con cierta curiosidad el empleado no desaprovechó esta oportunidad de visitar gratis New York y concurrió a la cita.
En esta ocasión el hombre mayor le llevó a la esquina de la Quinta Avenida y la calle 34 y señaló con el dedo un imponente edificio de piedra rojiza y le dijo: "Este es el Hotel que he construido para usted". El empleado miró anonadado y dijo: "¿Es una broma, verdad?". "Puedo asegurarle que no", le contestó con una sonrisa cómplice el hombre mayor. Y así fue como William Waldorf Astor construyó el Waldorf Astoria original y contrató a su primer gerente de nombre George C.
Obviamente George C. Boldt no imaginó que su vida estaba cambiando para siempre cuando hizo aquel favor para atender al viejo Waldorf Astor en aquella noche tormentosa. No tenemos muchos "Waldorf Astor" en el mundo, pero un jefe satisfecho o un cliente sorprendido pueden equivaler a nuestro Waldorf-Astoria personal.
II: MICRO-REFLEXION: “Da lo mejor de ti sin esperar nada a cambio
I. HOY ES EL GRAN DÍA!
No existe un día más hermoso que el día de hoy.
La suma de muchísimos ayeres, forma mi pasado.
Mi pasado se compone de recuerdos alegres... tristes...
Algunos están fotografiados y ahora son cartulinas donde me veo
pequeño(a), donde mis padres siguen siendo recién casados, donde mi
ciudad parece otra.
El día de ayer pudo haber sido un hermoso día, pero.... no puedo
avanzar mirando constantemente hacia atrás, corro el riesgo de no
ver los rostros de los que marchan a mi lado.
Puede ser que el día de mañana amanezca aun más hermoso, pero... no
puedo avanzar mirando solo el horizonte, corro el riesgo de no ver
el paisaje que se abre a mi alrededor.
Por eso, yo prefiero el día de hoy.
Me gusta pisarlo con fuerza, gozar su sol o estremecerme con su
frío, sentir como cada instante dice: ¡presente!.
Sé que es muy breve, que pronto pasará, que no voy a poder
modificarlo luego, ni pasarlo en limpio.
Como tampoco puedo planificar demasiado el día de mañana: es un
lugar que todavía no existe.
Ayer fui.
Mañana, seré.
Hoy, ¡soy!.
Por eso:
Hoy, te digo que te quiero.
Hoy, te escucho.
Hoy, te pido disculpas por mis errores.
Hoy, te ayudo.
Hoy, comparto lo que tengo contigo.
Hoy, me separo de ti sin guardarme ninguna palabra para mañana.
Porque hoy respiro, veo, pienso, oigo, sufro, huelo, lloro, trabajo,
toco, río, amo...
Hoy estoy vivo.
Como tú.
Hoy puedo decir... que tengo más fuerzas para seguir.
Hoy es el GRAN DÍA...
¡Un día como no lo hubo y como no lo habrá!.
Envió: Perla del Mar
II: MICRO-REFLEXION: “Considera hoy, Mi Hermosura y bendícela. Soy Yo quien obtiene las cosas; no te canses de ofrecerme. Ahí están, además, las Manos de Mi Madre; como aquella tarde en que Me ofreció en el Templo"
Valores
I. EL HOMBRE DEL ESPEJO
Tres Ángeles estaban preocupados por esconder a Dios en alguna parte, para preservarlo de las maldades del hombre.
Uno de ellos dice: “el mejor lugar para esconderlo es en el fondo del mar”. Pero el segundo le contesta: “no, porque el hombre es capaz de inventar un submarino que llegue hasta allí y pretenderán dañarlo. Mejor guardémoslo en la estrella más lejana”.
“Tampoco”, dice el tercero, “también el hombre puede inventar una nave espacial que alcance esa estrella para dañar al Creador. El mejor lugar donde podemos esconderlo es en el corazón del hombre”.
Y los otros le preguntan: “¿y qué puede pasar si el hombre encuentra a Dios en su corazón?”. El tercer ángel con mucha paz, les dice:
“Si el hombre encuentra a Dios en su corazón, también va a encontrar el amor. De esa manera podrá compartir ese amor con todos los demás hombres y ya nadie podrá dañar a Dios ni querrá hacerlo”.
II: MICRO-REFLEXION: “El que domina a otros es fuerte, el que se domina a sí mismo es poderoso ”
Valores
I. UNA NOCHE TORMENTOSA
Una noche tormentosa hace los muchos años, un hombre mayor y su esposa entraron a la recepción de un pequeño hotel en Filadelfia. Intentando conseguir resguardo de la copiosa lluvia la pareja se aproxima al mostrador y pregunta: "¿Puede darnos una habitación?". El empleado, un hombre atento con una cálida sonrisa les dijo: "Hay tres convenciones simultáneas en Filadelfia... Todas las habitación, de nuestro hotel y de los otros están tomadas.
El matrimonio se angustió pues era difícil que a esa hora y con ese tiempo horroroso fuesen a conseguir dónde pasar las noche. Pero el empleado les dijo: "Miren..., no puedo enviarlos afuera con esta lluvia. Si ustedes aceptan la incomodidad, puedo ofrecerles mi propia habitación. Yo me arreglaré en un sillón de la oficina.
El matrimonio lo rechazó, pero el empleado insistió de buena gana y finalmente terminaron ocupando su habitación.
A la mañana siguiente, al pagar la factura el hombre pidió hablar con él y le dijo: "Usted es el tipo de Gerente que yo tendría en mi propio hotel. Quizás algún día construya un hotel para devolverle el favor que nos ha hecho". El conserje tomó la frase como un cumplido y se despidieron amistosamente.
Pasaron dos años y el empleado recibe una carta de aquel hombre, donde le recordaba la anécdota y le enviaba un pasaje ida y vuelta a New York con la petición expresa de que los visitase. Con cierta curiosidad el empleado no desaprovechó esta oportunidad de visitar gratis New York y concurrió a la cita.
En esta ocasión el hombre mayor le llevó a la esquina de la Quinta Avenida y la calle 34 y señaló con el dedo un imponente edificio de piedra rojiza y le dijo: "Este es el Hotel que he construido para usted". El empleado miró anonadado y dijo: "¿Es una broma, verdad?". "Puedo asegurarle que no", le contestó con una sonrisa cómplice el hombre mayor. Y así fue como William Waldorf Astor construyó el Waldorf Astoria original y contrató a su primer gerente de nombre George C.
Obviamente George C. Boldt no imaginó que su vida estaba cambiando para siempre cuando hizo aquel favor para atender al viejo Waldorf Astor en aquella noche tormentosa. No tenemos muchos "Waldorf Astor" en el mundo, pero un jefe satisfecho o un cliente sorprendido pueden equivaler a nuestro Waldorf-Astoria personal.
II: MICRO-REFLEXION: “Da lo mejor de ti sin esperar nada a cambio